Las bacterias ´resucitan´ a los Santos Juanes

Recuperación del Patrimonio. Los restauradores de los frescos de Antonio Palomino en la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia han usado técnicas de biolimpieza (aplicación de bacterias) para recuperar parte de la belleza del Apocalipsis que el pintor cordobés representó en el templo barroco. Unas jornadas en la UPV analizan los resultados obtenidos.
LAURA BALLESTER VALENCIA Uno de los muchos achaques que sufre la Iglesia de los Santos Juanes de Valencia son las efluorescencias salinas (sales cristalizadas) en la bóveda del templo. Se acumulan sobre todo en los lunetos (unos huecos en la bóveda con forma de media luna) por la "acumulación de detritus de paloma en la cúpula". Pero también en los restos de colas de la pésima restauración que sufrieron los frescos en los 60 y que con el tiempo se pueden convertir en "un nido de hongos". La efluorescencias se limpiaban hasta ahora con métodos físico-químicos que resultaban agresivos tanto para la pintura como para los responsables de la restauración. Pero el equipo de restauradores de los frescos de Palomino en los Santos Juanes (formado por Pilar Roig, José Luis Regidor, Rosa Montes y Pilar Bosch) decidió probar una nueva técnica, la biolimpieza, aplicada por Giancarlo Ranalli en el Camposanto de Pisa "que obtuvo un resultado impactante en 2005". La biolimpieza consiste en aplicar bacterias para que se alimenten de las sales que llegan a tapar por completo las pinturas. "Se trata de microorganismos ("Pseudomonas stutzeri") que se utilizan en la eliminación de materia orgánica y eflorescencias", explica la bióloga, Pilar Bosch, que acaba de leer su tesis doctoral "Caracterización del biodeterioro y desarrollo de nuevos tratamientos de limpieza aplicables a los frescos restaurados de Antonio Palomino en la iglesia de los Santos Juanes de Valencia". El resultado de las primeras pruebas de biolimpieza en los Santos Juanes ha sido espectacular en los dos lunetos en los que se ha aplicado. Para "biolimpiar0" todas las zonas afectadas por las efluorescencias de la bóveda de la bóveda de los Santos Juanes, sería necesario conseguir más financiación con la que, por ahora, no se cuenta. En similar situación se encuentra la restauración iniciada hace años por la catedrática de Conservación y Restauración de Bienes Pilar Roig en los 250 m2 recuperados de los 1.200 m2 que tiene la cúpula. Roig también explicó ayer los detalles de la recuperación de los frescos de los Santos Juanes, que comenzó a estudiar en los años 90, y de los que se siente muy orgullosa "porque ha quedado impecable y es un referente internacional por la perfección que hemos logrado".


Noticia extraida del LEVANTE-EMV